En su afán por mejoras sus resultados, las empresas siempre buscan nuevas maneras de optimizar sus procesos internos o de ofrecer productos y servicios de mayor calidad o precio más barato. Uno de los métodos que más ayudan en este sentido es el llamado benchmarking. En este artículo te contamos en qué consiste y cómo ponerlo en práctica.
¿Qué es benchmarking?
Una estrategia benchmarking es aquella mediante la cual una empresa se fija en los procesos, productos o servicios de las empresas líderes en su sector, para compararlos con los suyos propios y así detectar aquellas áreas en las que puede mejorar.
Mediante el benchmarking se toman como referencia los principios, actitudes o procesos de empresas exitosas o reputación probada. Dichas prácticas se evalúan con el objetivo de detectar las debilidades de la propia empresa y las fortalezas de las compañías más destacadas del sector. La finalidad es decidir cómo adaptar los procedimiento de estas empresas de éxito en las estrategias empresariales propias.
Dicho así, podría parecer que el benchmarking consiste simplemente en copiar lo que hacen otros, pero nada más lejos de la realidad. Este análisis es un proceso continuo en el que se busca aprender de los demás para mejorar las estrategias propias. A través del benchmarking no solo se busca imitar al resto, sino descubrir nuevas maneras de innovar y mantenerse siempre a la vanguardia.
El benchmarking es la estrategia mediante la cual una empresa se fija en los procesos, productos o servicios de las empresas líderes en su sector, para compararlos con los suyos propios y detectar aquellas áreas en las que puede mejorar.
¿Qué objetivos persigue el benchmarking?
Los principales objetivos del benchmarking son los siguientes:
- Agilizar los procesos productivos de la empresa, con la finalidad de hacerlos más eficientes y aumentar la rentabilidad.
- Aumentar la calidad de los productos y servicios a través de modelos de producción más eficientes.
- Mejorar el desempeño de los profesionales de la empresa, aumentando el conocimiento de los empleados de todas las áreas, desde el primer trabajador hasta los puestos directivos.
- Favorecer la reputación de la empresa y la percepción de calidad interna y externa, es decir, tanto en los propios miembros de la empresa, como entre clientes, proveedores o inversores.
- Detectar nuevas áreas de negocio o aquellos puntos del negocio que se han de mejorar para poder competir en el sector.
- Ofrecer a los clientes productos y servicios innovadores que permitan a la empresa mantenerse siempre a la vanguardia.
- Aprender de los mejores para terminar siendo una referencia en el sector.
La importancia del benchmarking para cualquier empresa
El benchmark en marketing y en otras áreas es una práctica muy habitual en el mundo empresarial. Todas las grandes empresas están continuamente vigilando lo que hacen sus competidores para ver en qué aspectos les sacan ventaja y qué estrategias son las que les están dando mejores frutos.
Analizar a fondo el mercado y a la competencia no solo permite conocer mejor a los rivales empresariales, sino que también contribuye a conocer mejor a los clientes y a la propia empresa. De esta manera resulta más fácil detectar oportunidades de mercado o nuevas vías de negocio.
La práctica del benchmarking en 2021 resulta imprescindible para conocer las fortalezas y debilidades de los competidores y compararlas con las de la propia organización. A través de este profundo conocimiento de la competencia se pueden detectar áreas de negocio prometedoras o poner en marcha innovaciones o ideas inspiradoras.
Gracias a todo ello, las empresas pueden tener una idea mucho más clara sobre cuál es el camino ideal a seguir. Es decir, saber cuáles son las acciones y estrategias que ha de poner en marcha a corto, medio o largo plazo para optimizar los costes, mejorar sus modelos productivos y ofrecer a sus clientes productos y servicios de mejor relación calidad/precio.
Tipos de benchmarking
El benchmarking es un proceso continuo que se puede aplicar en diferentes áreas y a distintos niveles. A continuación vemos los tipos de benchmarking más comunes.
Interno
El benchmarking interno es aquel que se realiza dentro de la propia empresa. Consiste en detectar aquellas áreas o departamentos del negocio que mejores resultados obtienen para analizar las causas de su buen rendimiento y adaptar su funcionamiento al resto de departamentos.
De competencia
El benchmarking de competencia se basa en analizar las estrategias, procesos, productos o servicios de la competencia para compararlos con la propia empresa. Gracias a este análisis se ponen en marcha iniciativas con las que se busca mejorar lo que hacen los competidores.
Es uno de los tipos de benchmarking más complejos ya que, obviamente, los competidores no estarán dispuestos a colaborar. Por ello, suele ser necesario destinar mucho tiempo y recursos para poder recopilar la información necesaria.
Funcional
El benchmarking funcional consiste en identificar aquellas prácticas de una empresa que es líder en su sector. No hace falta que sea un competidor directo, sino que puede dedicarse a otras áreas de negocio. El objetivo es ver qué es lo que hace funcionar tan bien a esa empresa y encontrar la manera de adaptarlo a la propia organización.
Fases del Benchmarking
El benchmarking es un proceso que se debe planificar de la forma correcta para que sea efectivo. En este punto vemos cuáles son los pasos del benchmarking y en qué consiste cada una de ellos.
Planificar la investigación
La primera fase es la de planificación. En este punto se decide qué aspectos de la empresa se quieren comparar, y frente a qué competidores.
Es una de las etapas más importantes del benchmarking. Una correcta planificación es fundamental para saber qué áreas o procesos del negocio se deben mejorar y cuáles son los mejores ejemplos a tomar en cuenta. Si esta fase no se realiza correctamente, todo el proceso de benchmarking irá en dirección equivocada desde el inicio.
Recopilación de los datos de referencia
La siguiente fase es la de recopilación de información. En esta segunda etapa se recolecta toda la información necesaria de las empresas seleccionadas como referencia. Es una de las partes más tediosas del proceso, ya que requiere una amplia investigación y el acopio de la mayor cantidad posible de Big Data.
Análisis de la información obtenida
A continuación se inicia la fase de evaluación de la información obtenida. A través del análisis benchmarking se identifican aquellas prácticas más exitosas de la competencia, se detectan las propias debilidades y se promueven nuevas ideas, prácticas internas o procesos que contribuyan a reducir la brecha de desempeño entre la empresa y su competencia.
Implementar las mejoras
El siguiente paso es el de aplicar a la práctica las conclusiones a las que se ha llegado en las etapas anteriores. Es decir, se trata de implementar mejoras y poner en marcha iniciativas que permitan mejorar o al menos igualar al desempeño de los competidores.
En este punto se seleccionan los proyectos en los que se van a trabajar, se deciden las medidas a adoptar, se trazan los planes de acción y se determinan las metas que se quiere alcanzar.
Seguimiento
El último paso es el de monitorización y seguimiento del plan de acción. En esta etapa se recaba toda la información posible sobre los éxitos o fracasos en la implementación de las nuevas estrategias. El objetivo es usar estos datos para mejorar las estrategias de benchmarking en el futuro.
Ejemplos de benchmarking que te pueden ayudar a planificar tu estrategia
Existen innumerables ejemplos de benchmarking en las empresas. De hecho, la mayoría de compañías están continuamente copiándose unas a otras en una especie de juego del gato y del ratón: tú tomas esta idea de mi, y yo tomo esta otra de ti.
Nintendo y PlayStation
Por ejemplo, hace más de 20 años, cuando Sony entró en el mundo de las videoconsolas con la primera PlayStation, puso en marcha una iniciativa que consistió en abrir una línea de juegos llamada “Platinum”. Se basaba en juegos muy exitosos pero que ya tenían un tiempo en el mercado, los cuáles se ofrecían a un precio muy reducido. Visto el éxito de esta estrategia, Nintendo, su principal competidor y que en ese momento tenía en el mercado la Nintendo 64, copió su estrategia, lanzando su propia línea de juegos reducidos de precio, bajo el nombre de “Players Choice”.
Starbucks y McDonald’s
Starbucks se inspiró en los procesos internos de las cadenas de comida rápida como McDonald’s para agilizar su servicio de atención al cliente. Basándose en un análisis interno, descubrió que el 30% del tiempo de preparación de los cafés se perdía en pequeñas acciones como agacharse, caminar de un lugar a otros para encontrar los ingredientes, etc. En base a esta información realizaron un plan de acción enfocado a optimizar el espacio de trabajo y la disposición de las máquinas y utensilios de trabajo, con el objetivo de facilitar las tareas de sus empleados y aumentar su productividad.
Hello Fresh
La empresa Hello Fresh es un buen ejemplo de benchmarking interno. Esta empresa, dedicada a la venta de productos frescos para que el consumidor pueda preparar su propias recetas en casa, realizó un benchmark de aquellas estrategias de marketing que más éxito estaban teniendo en sus sedes de diferentes países, con el objetivo de replicarlas en otras regiones.
Xerox y Fuji
Xerox Corporation es conocida como una de las pioneras en usar el benchmarking. En la década de los 80 esta empresa estaba perdiendo terreno en el sector de la impresión y serigrafía respecto a otras compañías como Canon o Ricoh. Estas empresas habían irrumpido en el mercado norteamericano ofreciendo precios mucho más bajos, a los que Xerox no podría llegar. Entonces, lo que hizo Xerox fue fijarse en los procesos de su afiliada japonesa Fuji, y descubrió múltiples deficiencias en muchas de las áreas estudiadas, por ejemplo en los métodos, procesos o materiales empleados. Gracias a este análisis Xerox pudo reaccionar y adaptarse a los que ofrecía la competencia y a lo que demandaba el mercado.
Apple y Samsung
Citar un solo ejemplo de benchmarking entre la compañía estadounidense y la coreana sería absurdo, ya que ambas multinacionales están continuamente copiando lo que hace su rival. Poco les importan las acusaciones de plagio o las demandas multimillonarias, ya que se trata de una práctica de la que ambas sacan beneficio y que les permite estar siempre a la vanguardia tecnológica, sobre todo en el mercado de los teléfonos móviles.
En definitiva, el benchmarking se antoja como un proceso fundamental para conocer mejor a la competencia, pero también a la propia empresa. En base a este análisis se sientan las bases para una mejora continua que permita a la empresa estar siempre a la vanguardia de su sector.