En este artículo te hablamos sobre el Big Data en educación. ¿Cómo se aplica el almacenamiento y análisis de datos masivos en centros educativos? ¿Cuáles son los beneficios y riesgos de usar el Big Data en colegios, institutos o universidades?
¿Qué es el Big Data en educación?
El Big Data consiste en la recolección y tratamiento de grandes volúmenes de datos que serían imposibles de procesar mediante herramientas estadísticas tradicionales o bases de datos relacionales. La recogida de datos masivos no otorga ninguna ventaja en sí misma; es el análisis de dicha información lo que permite mejorar la toma de decisiones para obtener beneficios aplicables al mundo real.
El almacenamiento y procesado de macrodatos se ha convertido en algo fundamental en numerosos sectores, como hemos visto en nuestros artículos sobre Big Data en marketing o Big Data en el deporte. Sin embargo, hay muchos otros ámbitos en los que esta tecnología puede ser muy beneficiosa. Por ejemplo, el uso del Big Data en la educación.
Podríamos definir el Big Data en el ámbito educativo como el uso de herramientas de análisis de macrodatos con el objetivo de obtener la información necesaria para mejorar los procesos educativos, fomentando el aprendizaje de alumnos y profesores, y mejorando los modelos educativos.
Cuando hablamos del Big Data en el aula, cobra especial importancia el término de analítica de aprendizaje o learning analytics. En base a la minería de datos o educational data mining y la búsqueda de patrones se recopila y analizar información sobre los estudiantes, lo que posibilita una mayor comprensión de su entorno y necesidades, con la finalidad de optimizar el aprendizaje.
El Big Data en el ámbito educativo consiste en el análisis de datos con el objetivo de obtener la información necesaria para mejorar los procesos educativos, fomentando el aprendizaje de alumnos y profesores, y mejorando los modelos educativos.
¿Para qué sirve el Big Data en educación?
Los usos del Big Data en educación son muy variados y se centran principalmente en el aprendizaje adaptativo. Es decir, estudiar el entorno, rendimiento, motivaciones o necesidades de cada alumnos para ofrecerle una formación especializada.
Por tanto, una de las principales aplicaciones del Big Data en educación es diseñar planes de estudios personalizados. Gracias a la tecnología se puede crear itinerarios personalizados que contribuyan a ofrecer una formación adaptada a cada estudiante y a aumentar su motivación.
El uso de Big Data en colegios y centros educativos en general también contribuye a predecir el desempeño futuro de los alumnos, e incluso a detectar con antelación posibles casos de abandono.
Otra de las aplicaciones del Big Data en el sector educativo es adaptar las clases al nivel de cada alumno, de forma que tanto los estudiantes más brillantes como aquellos que tienen más problemas puedan avanzar en base a sus necesidades.
Una de las aplicaciones del Big Data en educación es diseñar planes de estudios personalizados. Gracias a la tecnología se puede crear itinerarios personalizados que contribuyan a ofrecer una formación adaptada a cada estudiante y a aumentar su motivación.
El Big Data en educación contribuye a cumplir con el párrafo anterior gracias a la optimización de los recursos educativos, diseñando contenidos y herramientas formativas más eficaces.
Asimismo, gracias a esta tecnología es posible analizar el uso que los estudiantes hacen de la plataforma de trabajo y los recursos educativos que se han puesto a disposición. ¿Los estudiantes hacen un correcto uso de estas herramientas? ¿Se ven mejoras palpables en el rendimiento de los estudiantes?
Para que el Big Data en escuelas y centros educativos sea realmente efectivo, estas herramientas han de incorporar funciones a través de las cuáles los docentes puedan comprobar cómo usan los estudiantes las plataformas: tiempo de permanencia en la plataforma, documentos abiertos, descargas de archivos, visualizaciones de vídeos, etc.
Otra de las funciones básicas de las herramientas Big Data en educación es ofrecer a los docentes un feedback en tiempo real, de forma que se puedan tomar decisiones en el momento correcto, e incluso adelantarse a las posibles necesidades de los alumnos.
A su vez, el Big Data al servicio de la educación también tiene la capacidad de transformar la manera en la que se enfoca la enseñanza. A través de esta tecnología se pueden evolucionar los modelos, técnicas, metodologías, o estrategias, tanto de formación como de evaluación de los alumnos.
Las herramientas Big Data han de incorporar funciones que permitan a los docentes comprobar cómo usan los estudiantes las plataformas: tiempo de permanencia en la plataforma, documentos abiertos, descargas de archivos, visualizaciones de vídeos, etc.
Todas estas nuevas metodologías y técnicas de enseñanza se pueden evaluar gracias al Big Data. En este caso, tanto los datos arrojados como las opiniones de alumnos y profesores son claves para determinar si un determinado modelo de enseñanza contribuye a mejorar los resultados académicos.
Por otro lado, el uso del Big Data también se puede aplicar a la hora de mejorar la comunicación entre estudiantes y profesores. El seguimiento de los resultados en tiempo real permite conocer más a fondo la situación de cada alumno y actuar en consecuencia. Sin duda, esto contribuye a que los alumnos sientan que realmente se preocupan por ellos.
Beneficios del Big Data en educación
Teniendo en cuenta lo visto en el punto anterior, se puede decir que las principales ventajas del Big Data en educación son las siguientes:
- Recopilar información en tiempo real de cada estudiante. Desde los resultados académicos hasta faltas de asistencia, pasando por cualquier información que pueda influir en su rendimiento escolar.
- Analizar el rendimiento de cada alumno, detectando en qué materias destacan más y en cuáles tienen más problemas.
- En base a los resultados académicos obtenidos, se puede analizar el progreso de los estudiantes y determinar en qué actividades tienen más posibilidades de destacar en el futuro.
- Conocer la manera en que los estudiantes utilizan los diferentes recursos educativos, y qué técnicas o métodos tienen más éxito y obtienen mejores resultados. Por ejemplo, si prefieren los contenidos teóricos o las lecciones prácticas.
- Detectar qué aspectos de los contenidos, herramientas o plataformas de enseñanza es necesario mejorar para optimizar el aprendizaje de los alumnos y fomentar su interés por las materias.
- Ofrecer a los docentes herramientas de formación actualizadas que les permitan crecer como profesionales y orientar sus métodos y técnicas de enseñanza a los nuevos modelos educativos.
- Fomentar el uso del Big Data en la educación online también permite optimizar la formación a distancia.
Por tanto, el empleo del Big Data en educación es capaz de optimizar los métodos de enseñanza y dejar atrás modelos tradicionales que tratan el aula como un todo, sin tener en cuenta las necesidades particulares de cada alumno.
Riesgos asociados al uso Big Data en la educación
Como todas las nuevas tecnologías, el Big Data no es perfecto. Todavía quedan aspecto por pulir para que su empleo sea óptimo y se minimicen algunos de sus riesgos. En concreto, algunas de las desventajas del Big Data en educación que podemos citar son:
- El Big Data se base en datos para determinar lo que podría pasar, pero esto podría dar lugar a ciertas discriminaciones. Por ejemplo, sin el trato personal docente-alumno no sería posible detectar esas motivaciones intrínseca o alicientes que podrían modificar para mejor la conducta del alumno.
- Al hilo del punto anterior, el Big Data podría ser un problema a la hora de estrechar las relaciones entre profesores y alumnos. Se corre el peligro de diseñar modelos de enseñanza basados únicamente en datos, que no tengan en cuenta circunstancias personales y que dejen de lado la función del profesorado como educadores.
- Otros de los riesgos del Big Data en la educación es la manera de obtener los datos personales de los usuarios. La información debe obtenerse sin vulnerar el derechoa a la privacidad y respetando las normativa de protección de datos, especialmente en lo referentes a los menores de edad.
- El uso del Big Data en educación también puede dar lugar a discriminaciones de carácter social. Por ejemplo, imaginemos que un programa niega una beca a determinados estudiantes debido a su código postal o a su poder adquisitivo, sin entrar a valorar otras cuestiones. En lugar de fomentar la igualdad de oportunidades, esto provocaría todavía mayores diferencias en el acceso a la formación.
- Por otro lado, todavía existe mucho personal docente que no está acostumbrado a tratar con este tipo de herramientas y que siguen anclados en los métodos de enseñanza tradicionales. Es básico que estos profesionales evolucionen y se adapten a los nuevos tiempo. Es decir, todavía queda mucho camino para formar al personal docente en el uso del Big Data.
Ejemplos de Big Data en el ámbito educativo
Existen numerosos casos de uso de Big Data en colegios, escuelas, institutos o universidades. Poco a poco se está convirtiendo en una herramienta cada vez más implantada en los centros de enseñanza, tal y como se refleja en los siguientes ejemplos.
Universidad de Georgia
La Universidad de Georgia ha sido una de las pioneras en el uso de Big Data en universidades. Desde 2012, esta institución emplea un software que es capaz de analizar una gran cantidad de variables, por ejemplo, los cursos que realiza cada alumnos, su rendimiento académico, los trabajos entregados, etc. En base a estos datos es capaz de analizar las necesidades de los alumnos y predecir comportamientos futuros. Por ejemplo genera alertas cuando un alumno ha bajado su rendimiento e incluso envía emails automáticos para que los estudiantes acudan a ver a su tutor.
Universidad Estatal de Arizona
Esta universidad también usa herramientas Big Data capaces de recoger todo tipo de información sobre los estudiantes, desde sus notas hasta las horas de estudio, pasando por el movimiento del ratón a la hora de abrir un documento.
Hay que tener en cuenta que algunos estudiantes pueden avanzar sin problema en una materia, mientras que otros pueden tener más dificultades. Gracias al software empleado, es posible crear métodos de enseñanza personalizados y adaptados a cada alumno.
UNIR (Universidad a distancia de La Rioja)
El uso del Big Data en educación también se ha implantado desde hace años en algunos centros docentes de España. Es el caso de la Universidad a distancia de La Rioja, que ha diseñado un programa llamado iLime que ofrece orientación personalizada a los alumnos.
Universidad de Nottingham Trent
Otro ejemplo de aplicación del Big Data en el ámbito educativo es el programa piloto desarrollado en la Universidad de Nottingham Trent, en el Reino Unido. Esta iniciativa utilizada el análisis de datos masivos para detectar cuando se producía una disminución en la motivación de los alumnos. Se basaba en el procesamiento de la información generada a través de cuatro actividades: el uso de la biblioteca, los edificios de la universidad que visitan los estudiantes, el tiempo de uso de plataformas e-learning y las tareas entregadas por canales digitales. En base a estas cuatro variables se pueden detectar disminuciones en la motivación o nivel de compromiso de los alumnos y poner en marcha iniciativas para remediar estas actitudes.
Universidad de Michigan
Estados Unidos es uno de los países que más están aprovechando el Big Data en educación. Otro ejemplo es la educación de Michigan, que puse en marcha el proyecto Gradecraft. Consiste en el uso del Big Data para guiar a los estudiantes durante los cursos, y para informar a los profesores de los progresos que están llevando a cabo.
Blackboard
Por último, como ejemplo de herramienta educativa basada en Big Data tenemos la plataforma Blackboard. Se trata de una herramienta diseñada con una interfaz intuitiva y personalizable que permite agilizar la relación entre profesores y alumnos y evitar pérdidas de tiempo. Además, utiliza el llamado gameful learning, que emplea una aproximación pedagógica inspirada en técnicas y métodos centrados en la gamificación y las recompensas por la consecución de objetivos.
En definitiva, el Big Data en educación tiene la capacidad para transformar los paradigmas que rigen los modelos de enseñanza actuales. Para que esto sea posible, se debe comprender y adaptar esta nueva tecnología a todos los niveles: desde los ministerios encargados de diseñar los modelos educativos, hasta los centros de enseñanza, pasando por estudiantes y profesores a nivel individual.