¿Cómo se usa la inteligencia artificial en psicología? ¿De qué manera se aplica el machine learning o el language processing a la comprensión de los procesos psicológico de las personas? En este artículo profundizamos sobre estas y otras cuestiones.
¿Cual es la relación entre inteligencia artificial y psicología?
La inteligencia artificial comienza a despertar un gran interés entre los investigadores a mediados del siglo XX. Sin embargo, es en los años 80 cuando se comienza a estudiar seriamente su relación con la psicología cognitiva y sus aplicaciones reales para imitar y, aún más, comprender el funcionamiento de la mente humana.
Para entender la relación entre psicología e inteligencia artificial, primero hay que definir ambos términos:
- Psicología: ciencia que estudia los procesos mentales y el comportamiento humano.
- Inteligencia artificial: rama de la informática cuyo objetivo es crear máquinas o programas informáticos capaces de realizar operaciones de forma similar a un ser humano.
Es decir, la inteligencia artificial se crea con el objetivo de imitar el funcionamiento de la mente y la psicología humana. Lo hace a través de procesos como el machine learning o aprendizaje automático, el deep learning o aprendizaje profundo, el language processing o procesamiento de textos, o la creación de redes neuronales y sistemas expertos.
Dentro de la inteligencia artificial en psicología podemos diferenciar dos corrientes con objetivos diferenciados. Por un lado, esta la I.A. que busca imitar a los seres humanos y realizar tareas de forma lógica, tal y como lo haría una persona. En este caso es una disciplina asociada a la psicología cognitiva o la forma en que se obtiene el conocimiento.
Por otro lado, está la I.A. cuya finalidad es comprender la mente humana con objetivos asistenciales. En este caso hablaríamos de inteligencias artificiales aplicadas a la psicología clínica. O dicho de otro modo: ¿Puede un robot ejercer de psicólogo de una persona?
Aplicaciones de la inteligencia artificial en psicología
El desarrollo de la inteligencia artificial ha estado al unido de sus posibles aplicaciones en diferentes campos, y uno de ellos es la psicología. Sin embargo, existen diferentes ramas dentro de la psicología, en las que la I.A. se emplea de diferentes formas y con distintos fines.
Psicología clínica
Al hablar de inteligencia artificial psicología y mente lo primero en lo que pensamos es en la aplicación de esta tecnología en la consulta del psicólogo. ¿Llegará un momento en que las máquinas sean capaces de comprender nuestros problemas o estados de ánimo? ¿Habrá un día en que sean robots los encargados de velar por nuestra salud mental? Sí, y ese día ya ha llegado.
La inteligencia artificial en psicología clínica ya se usa con diversos fines, por ejemplo para la asistencia de personas con patologías mentales como alzheimer o demencia senil. En otros casos, esta tecnología está más relacionada con la psiquiatría, por ejemplo, el uso de la realidad virtual para el tratamiento de fobias o el estrés postraumático. Puedes consultar más información en nuestro artículo sobre inteligencia artificial en medicina.
Psicología cognitiva
La psicología cognitiva es la disciplina que se encarga del estudio de los procesos que participan en el aprendizaje y el conocimiento.
Vista desde la perspectiva del constructivismo, la relación entre cognitivismo e inteligencia artificial es evidente. Según la corriente constructivista, el ser humano ya nace con ciertos conocimientos adquiridos o heredados, mientras que el resto los acumula a lo largo del tiempo, a través de la experiencia.
Lo mismo sucede con la inteligencia artificial. Estos sistemas son dotados de unos datos iniciales básicos, los cuáles se van completando a medida que la propia máquina estudia y analiza procesos a través del machine learning.
Neurociencias
La neurociencia es la disciplina que estudia la estructura, funciones o desarrollo del sistema nervioso. Del mismo modo, y relacionado con el punto anterior, hay ramas de la inteligencia artificial en psicología que tratan de aplicar a programas o sistemas el funcionamiento de la mente humana. Es el caso de las redes neuronales, las cuales simulan el proceso que lleva a una persona a resolver un problema o elegir la respuesta a una pregunta.
Psicología educativa
Más tarde o más temprano, la inteligencia artificial será una de las principales impulsoras de un cambio del paradigma educativo. El uso de sistemas de I.A. para funciones pedagógicas es cada vez más frecuente (aunque todavía escaso), lo que promoverá una evolución en los métodos de aprendizaje. Ejemplos de ellos son la neuroeducación o los sistemas de tutores inteligentes. Tienes más información en nuestro artículo sobre inteligencia artificial en educación.
Psicología social
Por otro lado, la inteligencia artificial también se puede aplicar al estudio de los comportamiento sociales del ser humano. Según los investigadores del proyecto OpenAI, promovido por Elon Musk, para poder dotar a la inteligencia artificial de características humanas, primero será necesario entender cómo funcionan los procesos racionales del ser humano en la sociedad. Para ello, consideran imprescindible contar con la ayuda de científicos sociales que estudien a manera en que las inteligencia artificiales puedan interactuar de manera natural con las personas.
Criminología y psicología forense
Otra de las aplicaciones de la inteligencia artificial en la psicología es el estudio de perfiles criminales y el análisis de sociopatías. Una manera de dotar a la I.A. de las herramientas necesarias para el análisis de casos es la introducción de información relativa a perfiles psicológicos, los cuáles la propia I.A se encargará de estudiar y relacionar. Otra forma son las simulaciones de delitos, a través de las cuáles esta tecnología puede resolver casos ficticios que luego se podrían aplicar el mundo real.
Ejemplos de inteligencia artificial aplicada a la psicología
A continuación vemos algunos casos en los que la inteligencia artificial se ha aplicado con éxito en el campo de la psicología.
Ifeel
Ifeel es uno de los mejores ejemplos del uso de la inteligencia artificial en psicología. Se trata de la primera app de I.A. capaz de ofrecer apoyo emocional a los pacientes. Ifeel es capaz de monitorizar al paciente en el día a día y analizar aquellos factores que pueden influir en su estado mental.
A través de su sistema de digitalización de emociones, Ifeel permite reconocer aquellos factores que pueden repercutir de forma negativa en el estado de ánimo, así como de ofrecer tratamientos personalizados realizados previamente por psicólogos clínicos.
TESS
TESS es una inteligencia artificial de soporte y apoyo asistencial que cuenta con diversas versiones. Por ejemplo, en su versión para la población hispana se llama MILA, mientras que en la población de habla inglesa se conoce como SARA. Otra de sus versiones, denominada KARIM, ha sido noticia por ofrecer apoyo y asistencia para los refugiados en Siria.
Emibot
Este programa es un ejemplo de las posibilidades de la inteligencia artificial para captar las emociones humanas. Desarrollado en China, es capaz de reconocer patrones faciales de las personas para detectar emociones con una precisión que ronda el 96%. Lo consigue gracias a la interpretación de rasgos como la apertura de la boca, la dilatación de las pupilas o de los orificios de la nariz, o el ángulo de las cejas, entre muchas otras variables. El reto de la compañía fabricante es que se pueda aplicar en toda la población mundial, es decir, que detecte las emociones en otras razas o etnias con la misma precisión que lo consigue con la población asiática.
Gatebox
Los usos de la inteligencia artificial en psicología también puede tener otras aplicaciones más cotidianas. Por ejemplo, acompañarnos en el día a día para sentir que no estamos solos. Como no podía ser de otra manera, el origen de este tipo de tecnologías proviene de Japón, un país en el que el aislamiento social es uno de los principales problemas. Ahí está el caso de los hikikomori, personas que se encierran en sus habitaciones y se aíslan totalmente del resto de la sociedad, necesitando en la mayoría de casos ayuda psicológica para poder hacer una vida normal.
En este caso, Gatebox es un acompañante virtual para el usuario en su vida cotidiana. Funciona como un asistente cuyo objetivo es evitar que la persona se sienta sola. Sin embargo, en este caso, ¿no puede ser peor el remedio que la enfermedad? ¿Qué razones puede tener una persona para empezar a salir y relacionarse si ya tiene a su amigo virtual en casa?
Proyecto MARIO
Otra de las aplicaciones de la inteligencia artificial en psicología es la ayuda de pacientes con problemas patológicos como alzheimer o demencia senil. En este sentido, existen proyectos como MARIO, una iniciativa financiada por la Unión Europea que ha desarrollado un robot de acompañamiento que brinda acompañamiento y asistencia a personas mayores con demencia y otros problemas mentales.
Observaciones sobre el uso de la inteligencia artificial en psicología
El uso de la inteligencia artificial para psicología puede ofrecer numerosas ventajas, pero también hay factores que causan ciertos recelo.
La psicología es una profesión en al que existe un código deontológico que hay que seguir. En caso de no cumplir con este código, el psicólogo tendrá que responder ante las autoridades pertinentes.
Pero, ¿es capaz una máquina de entender y comprender este código deontológico? ¿Será capaz algún día una I.A. de llegar a tal nivel de consciencia que sea capaz de ponerse en el lugar de un ser humano, más allá de analizar fríos datos?
Por otro lado, ¿quién responde de los errores cometidos por una inteligencia artificial que pueden tener repercusión en la salud mental de los pacientes? ¿Quién es el culpable de las violaciones del código deontológico por parte de una I.A? ¿La propia inteligencia artificial? ¿Su creador? ¿El psicólogo que la utiliza?
Como vemos, la aplicación de la inteligencia artificial en la psicología clínica todavía tiene diversas carencias, entre las que destaca un vacío legal que, según parece, todavía está lejos de solucionarse.