Cambio climático, calentamiento global, deforestación, sequías, deshielo, destrucción de ecosistemas, agotamiento de recursos… La actividad humana e industrial ha traído consigo numerosos efectos negativos para el medio ambiente, tanto que podría tener graves consecuencias globales a medio plazo. Por ello, hoy en día es más importante que nunca el concepto de sostenibilidad ambiental. ¿En qué consiste? ¿Cuáles son sus objetivos? En este artículo te lo explicamos.
¿Qué es la Sostenibilidad ambiental? Definición
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la definición de sostenibilidad aplicado a la economía y la ecología es “que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente“.
El concepto de sostenibilidad, en relación con el desarrollo sostenible, se afianza en tres pilares: garantizar al desarrollo económico, teniendo en cuenta los aspectos sociales y la protección del medio ambiente.
Por tanto, la sostenibilidad ambiental se centra en el último de estos pilares, que no es otro que el respeto y el cuidado del medio ambiente. Es decir, se trata de que las actividades humanas e industriales tengan como uno de sus principales objetivos la conservación y protección del medio ambiente de forma indefinida.
Para ello, la sostenibilidad medio ambiental estudia y define pautas de actuación que permitan mejorar la calidad del aire, proteger los ecosistemas y su biodiversidad, aprovechar mejor los recursos naturales y, en definitiva, cualquier acción enfocada a trabajar en favor de un desarrollo enfocado a la sostenibilidad del medio ambiente.
La sostenibilidad ambiental pretende que las actividades humanas e industriales tengan como uno de sus principales objetivos la conservación y protección del medio ambiente de forma indefinida.
Objetivos de la Sostenibilidad ambiental
Uno de los principales objetivos de la sostenibilidad ambiental es fomentar al aprovechamiento y buen uso de los recursos naturales disponibles, así como el empleo de fuentes de energía alternativas. Por un lado, se trata de conservar los recursos fósiles o no renovables par evitar su agotamiento prematuro; por otro lado, apostar por la utilización de energías renovables somo la solar, eólica o geotérmica.
Otra de las metas de la sostenibilidad ambiental es la reducción de aquellas actividades humanas que pueden traer consigo consecuencias negativas para el medio ambiente. Algunos ejemplos sería la emisión de gases de efecto invernadero, la tala indiscriminada de árboles, la acumulación de basuras, etc.
En relación con los residuos, la sostenibilidad ambiental busca aplicar una jerarquía y un modelo de gestión que permita reducir la cantidad de residuos tóxicos o peligrosos para el medio ambiente, así como para facilitar su reutilización.
Uno de los principales objetivos de la sostenibilidad ambiental es fomentar al aprovechamiento y buen uso de los recursos naturales disponibles, así como el empleo de fuentes alternativas de energía.
Para ello, es necesario apostar por la innovación y el intercambio de información entre las partes. Esto implica una concienciación a nivel global y entender la necesidad de desarrollar planes y sistemas de gestión ambiental que promuevan una producción y un consumo sostenibles.
Todo lo anterior redunda en un objetivo principal, que no es otro que el respeto al medio ambiente, que a su vez redunda en el cuidado de la salud y una mejor calidad de vida de las personas.
Ventajas de la sostenibilidad ambiental
Entre las ventajas de la sostenibilidad ambiental se pueden citar las siguientes:
- Permite optimizar el uso de los recursos energéticos y conseguir que los procesos productivos sean más eficientes.
- Supone un importante aporte al entorno social, en el sentido de que el cuidado al medio ambiente redunda en la calidad de vida de las personas.
- Aumenta la resiliencia y minimiza los costes asociados a los problemas e incidencias externos.
- Garantiza que las empresas cumplan con la normativas y protocolos medioambientales, evitando posibles multas y sanciones.
- Favorece una conciencia colectiva acerca de la necesidad de proteger el planeta y sus recursos.
- Implementa medidas que son vistas como un factor de calidad diferencial, demostrando que las empresas trabajan con responsabilidad social y se preocupan por el bienestar del entorno local y global.
- Mejora la imagen de marca, aumenta el prestigio y coloca a las empresas en una posición favorable a la hora de conseguir inversores o subvenciones.
Pero sobre todo, la sostenibilidad ambiental contribuye a combatir los problemas ambientales que ya afectan enormemente a nuestro planeta, y que de no actuar, pondría en riesgo su viabilidad para las futuras generaciones.
Aspectos fundamentales de la sostenibilidad ambiental
La sostenibilidad ambiental se asienta sobre una serie de pilares que son los que garantizan un uso correcto de los recursos y el desarrollo sostenible de las actividades humanas. A continuación vemos cuáles son.
Equilibrio en la relación entre la oferta y la demanda
El equilibrio entre la oferta y la demanda está estrechamente ligado con el uso responsable de los recursos. Para ello, la tasa de uso de los recursos no debe ser superior a su tasa de regeneración.
En las últimas décadas, la actividad humana ha usado más recursos y ha generado más residuos y contaminación de los que el planeta es capaz de generar y asimilar. Esto ha provocado que el planeta se haya visto sobrepasado, y las consecuencias se dejan ver en efectos como el cambio climático, la generación de islas de basura o vertederos ilegales, y muchas otras consecuencias asociadas, como el aumento de los período de sequía, la deforestación, la destrucción de ecosistemas o el deshielo en las zonas polares.
En las últimas décadas, la actividad humana ha usado más recursos y ha generado más residuos y contaminación de los que el planeta es capaz de generar y asimilar.
Estrategia Territorial y gestión del paisaje
La destrucción del paisaje está íntimamente ligada a la destrucción de ecosistemas y su biodiversidad. El desarrollo humano sin límites ha provocado que hasta ahora no se haya tenido en cuenta el factor ambiental. Sin embargo, la situación del planeta hace que sea indispensable integrar la gestión del paisaje en las políticas y estrategias urbanísticas, tanto en materia cultural como agrícola, ambiental, económica y social.
Huella ecológica
El concepto de huella ecológica fue desarrollado por William Rees y Mathis Wackernagel en 1996. Estudia los patrones de consumo y la generación de recursos de la población. Es decir, la huella ecológica se refiere a los efectos que provocan las actividades humanas sobre el planeta Tierra o sobre un entorno determinado.
Existen innumerables pruebas que constatan la responsabilidad del ser humano sobre la contaminación del planeta o el agotamiento de sus recursos. Así, la huella ecológica tiene como objetivo conocer el impacto de las actividades humanas de nuestra forma de vida y determinar las acciones necesarias para aumentar la sostenibilidad.
Cambio climático
Uno de los principales efectos de la actividad humana sobre el planeta ha sido el cambio climático. Desde los albores de la Primera Revolución Industrial hasta nuestros días, la temperatura media del planeta ha aumentado 1,1 ºC, y este incremento se ha acelerado en los últimos años.
El cambio climático viene provocado por los gases de efecto invernadero y la destrucción de la capa de ozono. Su efecto más evidente es el calentamiento global, que a su vez genera otros problemas muy graves. Por ejemplo, en los últimos años el nivel del mar ha subido 5 mm por año a causa del deshielo. Esto supone un grave riesgo de futuro para los hábitats y zonas costeras, que podrían llegar a desaparecer con el tiempo si el nivel del mar sigue aumentando.
A su vez, el cambio climático provoca otras consecuencias muy negativas que ponen en peligro el futuro del planeta, como son problemas para la producción agrícola, las sequías, riesgos para la salud asociados a los gases de efecto invernadero o el aumento de fenómenos naturales como huracanas, tsunamis o mega-incendios.
Desde los albores de la Primera Revolución Industrial hasta nuestros días, la temperatura media del planeta ha aumentado 1,1 ºC, y este incremento se ha acelerado en los últimos años.
Integración de la actividad humana en el entorno
Las actividades humanas han de tener en cuenta las características y circunstancias del entorno. Por ello, se hace imprescindible que los gobiernos desarrollen normas y proyectos de sostenibilidad ambiental que tengan en cuenta las necesidades particulares de cada territorio, y que integren el aspecto económico con las cuestiones sociales y medio ambientales.
Impacto ambiental
Se entiende el impacto ambiental como la modificación del medio ambiente ocasionada por el hombre o por la naturaleza. En este caso, el impacto ambiental está más orientado a los cambios que la actividad humana puede provocar en el medio ambiente.
La gran mayoría de actividades humanas repercute de una u otra forma en el medio ambiente. Por ejemplo, un gesto cotidiano tan simple como cerrar el grifo al cepillarnos los dientes ya influye en el uso que hacemos del agua.
Antes de realizar alguna acción, sobre todo actividades industriales a gran escala, es necesario evaluar de qué forma puede modificar dicha acción el medio ambiente y si el impacto medioambiental está justificado.
Para ello, antes de desarrollar una actividad es necesario realizar una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). Consiste en un procedimiento que permite identificar la sostenibilidad ambiental de un proyecto y los efectos que es susceptible de provocar en el entorno. En función de los indicadores de sostenibilidad ambiental, se ha de valorar si el proyecto ha de ser aprobado, rechazado o modificado.
Ejemplo:
- Imaginemos que se pretende abrir unas minas de oro en un pueblo costero. Las prospecciones revelan que la zona es rica en ese material y las minas darán trabajo a mucha gente en la zona, con lo que podría repercutir positivamente en el nivel de vida de la gente. Sin embargo, supondrá la contaminación de las aguas y las tierras colindantes a causa del tratamiento del oro con cianuro, y además los yacimientos están situados en una reserva protegida. Por ello, la evaluación del impacto ambiental es negativa y el proyecto no debe salir adelante.
Gestión ambiental
La gestión ambiental se define como todas aquellas medidas encaminadas a que la acción humana tenga las menores consecuencias posibles en el medio ambiente.
Una gestión ambiental eficiente tiene numerosas ventajas. Principalmente contribuye al desarrollo sostenible minimizando el impacto ambiental de las actividades humanas. A su vez, fomenta el respeto a los ecosistemas y su biodiversidad. Por otro lado, resulta positivo incluso para las empresas, que demuestran una concienciación sobre su responsabilidad social y proyecto una mejor imagen de cara al exterior.
Ejemplos de sostenibilidad ambiental
Existen numerosas acciones y estrategias de sostenibilidad ambiental que se pueden desarrollar a diferentes niveles. Gobiernos, grandes corporaciones, empresas de menor tamaño y ciudadanos, todos pueden aportar su grano de arena para contribuir al desarrollo sostenible.
Reciclaje de Basura
El reciclaje consiste en el tratamiento de residuos para su transformación en nuevos productos o materias primeras que se puedan reutilizar.
Entre las principales ventaja del reciclaje está el mayor aprovechamiento de recursos todavía potencialmente útiles, se reduce la cantidad de basura presente en vertederos, se reducen las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera producto de la incineración de residuos, se previene la contaminación del agua y la tierra, etc.
Productos biodegradables
¿Sabias que el plástico puede llegar a tardar cientos de años en descomponerse? Además, los procesos necesarios para su incineración provocan la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Sin embargo, los productos biodegradables están fabricados con materiales naturales no contaminantes que puede ser descompuestos por microorganismos o por acción de elementos naturales como la lluvia, el sol o el viento.
Por tanto, el uso de materias primas orgánicas permiten reducir el uso de materiales plásticos. disminuyendo la generación de residuos y el aporte de dióxido de carbono a la atmósfera y otros gases de efecto invernadero.
¿Sabias que el plástico puede llegar a tardar cientos de años en descomponerse? Además, los procesos necesarios para su incineración provocan la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
Energías limpias
Otra de las formas de contribuir a la sostenibilidad ambiental es el uso de energías limpias. Este tipo de energías no generan ningún tipo de contaminación y no producen residuos tóxicos para el medio ambiente y el ser humano.
La humanidad se ha empeñado en utilizar recursos fósiles para la producción de energía. Estos recursos, como el carbón o el petróleo, tienen dos inconvenientes. Por un lato, son recursos finitos, es decir, se agotan. Por otro, requieren de procesos contaminantes para transformar los recursos en energía.
Sin embargo, el planeta Tierra proporciona otras opciones para la generación de energía que son todo lo contrario a las anteriores. Se trata de energías limpias y renovables, que se pueden emplear de forma indefinida y que no provocan ningún efecto negativo en la atmósfera. Algunos ejemplos son la energía solar, la hidroeléctrica o la geotérmica.
Agricultura
Otro factor fundamental para la sostenibilidad ambiental es la transformación de los procesos productivo en el sector primario y secundario. Un claro ejemplo es la agricultura.
La agricultura sostenible se basa en un modo productivo racional que busca satisfacer las necesidades presentes sin sacrificar las de futuras generaciones. Su objetivo es obtener los mejores resultados y aumentar la rentabilidad, pero sin poner en riesgo la calidad del suelo, la viabilidad de los bosques o la estabilidad climática.
Para ello, es necesaria una transformación de los métodos de cultivo tradicionales y apostar por nuevas tecnologías y sistemas productivos. Actualmente el sector agrícola se encuentra en plena transformación y poco a poco se ha ido dando cuenta de la necesidad de adoptar nuevos métodos de plantación y recogida de productos, sistemas de riego más eficientes, y establecer modelos de gestión y control más eficaces.
Aprovechamiento del agua
El agua es, probablemente, el recurso más importante para la vida. Sin embargo, hay un problema. Se trata de un recurso cada vez más escaso y al que no se tiene acceso en muchos lugares del planeta.
Por ello, se deben impulsar políticas de aprovechamiento del agua que promuevan un uso responsable de un bien tan escaso. Esto incluye:
- Desarrollar políticas y estrategias por parte de gobiernos e instituciones que garanticen la sostenibilidad a largo plazo de este recurso.
- Asegurar el abastecimiento y la calidad del agua a través de sistemas de purificación y depuración.
- Garantizar el acceso al agua potable en aquellas zonas de mayor escasez de recursos hídricos.
- Impulsar medidas de concienciación para industrias y ciudadanos que favorezcan un mayor aprovechamiento y un mejor uso de los recursos hídricos.
Ecoturismo
En muchos países, el turismo es una de las principales fuentes de ingresos. Sin embargo también es susceptible de provocar efectos negativos en el medio ambiente. En esta tesitura, surge el concepto de turismo ecológico, un nuevo enfoque de las actividades turísticas orientado a preservar el paisaje y el entorno y a disfrutar de actividades que no supongan un impacto ambiental.
El ecoturismo se distingue del turismo tradicional o de masas en que promueve un comportamiento ético en el que se respeta el entorno, su ecosistema y biodiversidad. Es un turismo de naturaleza en el que se busca disfrutar de los destinos de forma responsable, minimizando la huella ambiental de los visitantes, contribuyendo al bienestar social de las poblaciones locales y respetando su patrimonio cultural, ambiental y social.
Movilidad y urbanismo
En muchas ciudades ya se está desarrollando la movilidad y la arquitectura sostenible. Se entienden estos conceptos como el desarrollo urbanístico aplicado a la movilidad, la aplicación del espacio y el autoabastecimiento. El urbanismo sostenible tiene como objetivo construir edificios capaces de autoabastecerse de energía, y de fomentar el uso de transportes no contaminantes. Es decir, se rige por principios de autonomía, cercanía y aprovechamiento del espacio.
Gestión publica
Los Gobiernos de los Estados son los principales responsables de promover, a través de su legislación, comportamientos que garanticen la sostenibilidad ambiental. La gestión pública debe ser la encargada en primera instancia de estudiar los paradigmas y características del entorno y diseñar políticas que permitan reducir el impacto ambiental.
Los esfuerzos de gobiernos y administraciones han de estar encaminados en desarrollar políticas que fomenten la riqueza y el bienestar, pero siempre teniendo en cuenta conceptos como la igualdad, la reducción de las desigualdades, el acceso a la salud, a la educación y, por supuesto, el respeto al medio ambiente.
La sostenibilidad ambiental en España se ha marcado una serie de objetivos descritos primero en la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible, y ahora con la Estrategia Española de Economía Circular. Dichos objetivos se encaminan a optimizar el uso de recursos y materias primas, reducir la producción de residuos y unir la gestión ambiental al desarrollo económico y social.